El obispo de Ciudad Real, don Gerardo Melgar, publica un decreto pidiendo a sacerdotes, consagrados y a todos los fieles que eleven oraciones «para que el Señor, que todo lo puede, nos conceda la lluvia necesaria para nuestros campos».
«Un modo sencillo de hacerlo —explica don Gerardo—, además de la oración personal, es implorar la lluvia en todas las celebraciones de la eucaristía».
El obispo concluye el decreto recordando las palabras del Señor: «Cuando pidáis al Padre unidos en mi nombre, se os concederá».
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