martes, 28 de febrero de 2023

Peso Solidario

Un año más, se llevará a cabo la campaña del "peso solidario".

Todo aquel que lo desee podrá colaborar con alimentos no perecederos y productos de higiene, que serán destinados a los comedores sociales del Padre Ángel de "Mensajeros de la Paz".

La recogida de productos será en la Sede-Oratorio de la Hermandad de la Soledad, a lo largo de toda la Cuaresma. 


 

lunes, 27 de febrero de 2023

CARTEL OFICIAL DE LA SEMANA SANTA 2023

La Semana Santa de Villarrubia de los Ojos ya tiene su cartel oficial.
El cartel de este año es obra de Nazaret Roncero Rodero.

Descripción de la autora del Cartel de la Semana Santa 2023 Nazaret Roncero Rodero:

"Queriendo dejar un trocito de mi en este cartel he utilizado un estilo totalmente fotográfico, pero también en honor a todos mis compañeros fotógrafos que acompañan a todas las procesiones siendo un hermano más.

En cabeza el Cristo de la Oración en el Huerto, representando la pasión que nos transmiten todas y cada una de las costaleras en la madrugá. Acompañado del Niño Carpintero y la Santísima Virgen de la Esperanza."



miércoles, 22 de febrero de 2023

Cuaresma 2023

Hoy, Miércoles de Ceniza, comenzamos el tiempo de Cuaresma. Un tiempo de conversión, de penitencia y, de renovación para la Iglesia. Un "tiempo de gracia" para acercarse a Dios desde lo más íntimo, desde la verdad interior.  

Mensaje del Papa para la Cuaresma 2023




viernes, 17 de febrero de 2023

Siete Santos Fundadores de la Orden de los Siervos de María "Servitas"

En el siglo XIII, un grupo de siete jóvenes -la mayoría de origen noble- provenientes de la República de Florencia (hoy parte de Italia) decidieron abandonar sus riquezas para entregar sus vidas a Cristo y al Evangelio. Para dar aquel gran paso, ellos se habían encomendado fervientemente a la Madre de Dios. Con el tiempo su grupo se convertiría en la Orden de los Siervos de María; cuya fiesta conmemoramos hoy, 17 de febrero.

El 15 de agosto de 1233 (fiesta de la Asunción de María) la Virgen se les apareció y les pidió que renuncien al mundo y se dediquen exclusivamente a Dios. En ese momento, ellos ya eran parte de una cofradía llamada de los Laudenses. La solicitud de la Virgen hizo que Buonfiglio dei Monaldi (Bonfiglio), Giovanni di Buonagiunta (Bonagiunta), Bartolomeo degli Amidei (Amadeo), Ricovero dei Lippi-Ugguccioni (Hugo), Benedetto dell’Antella (Maneto), Gherardino di Sostegno (Sosteño) y Alesio de Falconieri (Alejo) asuman un llamado especial. Por eso repartieron todo su dinero entre los pobres y se retiraron al Monte Senario, cerca de Florencia, a rezar y a hacer penitencia. Allí construyeron una Iglesia y una ermita, en la que vivieron austeramente.

El Sumo Pontífice solicitó que fueran ordenados sacerdotes. Todos, excepto San Alejo Falconieri, el menor de ellos, aceptaron el pedido. Alejo, por humildad, prefirió permanecer siempre como hermano.

En 1239, los siete fundaron la orden religiosa de los Siervos de María, conocidos también como la Orden de los Servitas, o simplemente servitas, tras una nueva visión de la Virgen en la que les pedía que sigan las reglas de San Agustín y les mostró un hábito negro, recomendándoles que lo llevasen en memoria de la Pasión de su Hijo.

A partir del año siguiente, 1240, se hicieron conocidos y rápidamente extendieron su obra por toda Florencia, llegando a fundar otros conventos e iglesias. La característica de esta congregación es la gran devoción a la Santísima Virgen, la soledad y el retiro.

Los Siervos de María fueron reconocidos por la Santa Sede en el año 1304. Su memoria se conmemora el 17 de febrero, día en el que murió el último de sus miembros, San Alejo Falconieri, el año 1310.



jueves, 2 de febrero de 2023

Jornada de Vida Consagrada

«Caminando en esperanza». Este es el lema con el que la Iglesia celebra el 2 de febrero la Jornada de la Vida Consagrada, coincidiendo con la fiesta de la Presentación del Señor. «Un día especial para pararse a valorar y agradecer el don de la vida consagrada tal y como el Espíritu la va suscitando en la Iglesia de cada tiempo», como destacan los obispos de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada en su mensaje para este día.


Oración

No vamos solos.
Cristo nos une. Con él. Entre nosotros.
Y con tantos que viven, lloran, aman, anhelan,
crecen, luchan y esperan.
Cada vez más descalzos e inseguros.
Cada vez más cerca de la cruz y lejos
de los pedestales.
Cada vez más libres de modas e inercias.
Cada vez más capaces de reírnos
de nuestras pretensiones
y tomar en serio las suyas.
Unos, aún vacilantes,
dando los primeros pasos,
otros exigidos por el ritmo
de jornadas intensas,
y algunos, ya bien gastados,
vislumbrando la meta —que es abrazo—.
Juntos. Caminando en esperanza.
Hombres y mujeres de Dios,
consagrados a una misión,
a un anhelo,
al proyecto de quien nos invitó
a compartir su camino.
Amén.



Fiesta de la Presentación del Señor

Hoy celebramos la fiesta de la Presentación del Señor Jesús en el Templo, en la que recordamos el encuentro de la Sagrada Familia con Simeón y Ana -que es también el encuentro del Señor con su pueblo-, y la purificación ritual de la Virgen María después de haber dado a luz al Salvador.

Según la antigua costumbre del pueblo de Israel, al nacer un primogénito este debía ser llevado al Templo para su presentación cuarenta días después de haber nacido. Así hicieron María y José con el niño Jesús, cumpliendo con lo que ordenaba la Ley de Moisés. Por eso, la Iglesia cuenta 40 días después de la Navidad para celebrar la fiesta de la Presentación del Señor, el 2 de febrero.

Al llegar al Templo, los padres de Jesús con el niño en brazos se encuentran con Simeón, el anciano al que el Espíritu Santo prometió que no moriría sin antes ver al Salvador del mundo. Fue el mismo Espíritu quien puso en boca de este profeta que ese pequeño niño sería el Redentor y Salvador de la humanidad (Ver Cántico de Simeón: Lc 2,22-40).

También aquel día se encontraba en el Templo la hija de Fanuel, de la Tribu de Aser, llamada Ana. Ella era una mujer de edad muy avanzada; había enviudado solo 7 años después de haberse casado y permaneció así hasta los 84 años. Ana andaba día y noche en el Templo, adorando a Dios, ofreciendo ayunos y oraciones. Ella, al ver al niño, lo reconoció y empezó a proclamar a todos los que esperaban la redención de Jerusalén que la Salvación había llegado.



Domingo de la Divina Misericordia

   "La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia" (Diario, 300) La Fiesta de la Divina...