«Caminando en esperanza». Este es el lema con el que la Iglesia celebra el 2 de febrero la Jornada de la Vida Consagrada, coincidiendo con la fiesta de la Presentación del Señor. «Un día especial para pararse a valorar y agradecer el don de la vida consagrada tal y como el Espíritu la va suscitando en la Iglesia de cada tiempo», como destacan los obispos de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada en su mensaje para este día.
Oración
No vamos solos.
Cristo nos une. Con él. Entre nosotros.
Y con tantos que viven, lloran, aman, anhelan,
crecen, luchan y esperan.
Cada vez más descalzos e inseguros.
Cada vez más cerca de la cruz y lejos
de los pedestales.
Cada vez más libres de modas e inercias.
Cada vez más capaces de reírnos
de nuestras pretensiones
y tomar en serio las suyas.
Unos, aún vacilantes,
dando los primeros pasos,
otros exigidos por el ritmo
de jornadas intensas,
y algunos, ya bien gastados,
vislumbrando la meta —que es abrazo—.
Juntos. Caminando en esperanza.
Hombres y mujeres de Dios,
consagrados a una misión,
a un anhelo,
al proyecto de quien nos invitó
a compartir su camino.
Amén.
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