Hoy celebramos el Domingo de la Palabra de Dios. Se trata de una jornada establecida por el papa Francisco para que crezca en el «pueblo de Dios la familiaridad religiosa y asidua con la Sagrada Escritura».
Es la segunda vez que se celebra esta jornada establecida en el III Domingo del Tiempo Ordinario.
El Papa instituyó este domingo con el motu proprio Aperuit illis, como fruto —así lo explica en el documento— del Jubileo de la Misericordia. Con este domingo, dice Francisco, la Iglesia revive el «gesto del Resucitado que abre también para nosotros el tesoro de su Palabra para que podamos anunciar por todo el mundo esta riqueza inagotable».
La relación entre la Palabra de Dios y la liturgia, que ya se explica en el motu proprio, se ahonda en el documento publicado a finales de 2020 por la Congregación para el Culto divino y la Disciplina de los sacramentos
Para contribuir a la preparación de esta Jornada, el área de Pastoral Bíblica de la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado ha editado un subsidio litúrgico para la celebración de la eucaristía, unos puntos orientativos para la homilía y un ejemplo de Lectio divina para el ejercicio de la lectura creyente y orante de la Palabra de Dios.
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