Desgraciadamente, la situación nos vuelve a obligar a vivir la Semana Santa de manera distinta. Como el año pasado, tendremos Semana Santa, pero, por motivos de seguridad, no podremos salir a la calle y hacer la manifestación catequética y pública de nuestra fe mediante las procesiones.
Aunque no haya procesiones
en nuestro pueblo por primavera,
seguirá siendo Semana Santa,
porque nuestro sentir no se suspende,
porque nuestra fe es verdadera.
Una Semana Santa diferente,
Pero cuando ya todo haya pasado
comprobaremos realmente
que Cristo ha Resucitado,
Y que está en cada Eucaristía.
Cristo, sigue estando con cada enfermo, con cada sanitario,
y en cada persona que ha perdido un ser querido,
porque siempre es Semana Santa.
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